Vivimos en un entorno que cambia constantemente y con él la forma de vivir y de comportarnos. La sociedad ha evolucionado y nuestros hábitos de vida no son los mismos. Actualmente, es difícil encontrar un niño que no interactúe a diario con la tecnología, porque nos movemos en un mundo tecnológico, en un entorno interconectado, por ello la educación sin tecnología es algo impensable.
Nuestros estudiantes y profesores, cada vez más, realizan intercambios en otros países, estancias para reforzar determinadas áreas, posgrados para especializarse en un campo concreto, etc. Por ello, apoyarse en la tecnología será cada vez más necesario en el nuevo escenario educativo. Las clases estáticas y unidireccionales en las que un profesor se servía únicamente de un libro y una pizarra ya están dando paso al uso de los proyectores táctiles interactivos, las videoconferencias, las masterclasses, el uso de tecnologías avanzadas, como las smartglasses, para aprovechar el inmenso potencial de la realidad aumentada, entre otros.
También las empresas están obligadas a avanzar e innovar y por ello están invirtiendo en innovación constantemente. En España muchos puestos de trabajo con perfiles tecnológicos se quedan sin cubrir por la gran demanda que tienen las empresas de estos profesionales. Por ello una educación apoyada en un uso más generalizado de la tecnología contribuirá a tener generaciones mejor preparadas listas para afrontar las exigencias futuras de un mercado laboral global.
Numerosas investigaciones muestran que la tecnología en el aula aumenta la motivación, potencia una mayor participación de los alumnos en las clases y fomenta su autonomía en el ejercicio de aprender. Así, la robótica es un gran ejemplo de esto, ya que, mediante la construcción de robots y su programación, los alumnos de forma activa cumplen algunos de los objetivos obligatorios curriculares de matemáticas, física o inglés y a la vez despiertan su interés y ganas de seguir aprendiendo.
Estas iniciativas de innovación y motivación del alumnado no serían posibles sin un cuerpo docente abierto a este tipo de cambio. Son los propios docentes, los que muchas veces son pioneros en este tipo de iniciativas, tratando de regenerar el ámbito educativo donde no se han llevado a cabo grandes cambios.
Un sistema educativo anclado en los métodos tradicionales de enseñanza no responde a los cambios que la sociedad en la era digital demanda. Por un lado, los cambios en su metodología, ya que no aprovecha todos los recursos a su alcance; y por otro, en la formación de los futuros profesionales en ámbitos de gran demanda.
Por eso, si perteneces al sector de la educación, y te interesa incorporar elementos innovadores en el desarrollo de algunas materias, desde ROBOTIX te podemos asesorar.