Introducir el pensamiento computacional desde edades tempranas cada día cobra mayor relevancia, ya que la comunidad educativa reconoce sus beneficios y su incorporación en esta etapa es una de las últimas tendencias del panorama educativo internacional.
El Pensamiento Computacional es un proceso mental utilizado para resolver problemas, mediante una serie de pasos o instrucciones, haciendo uso de habilidades propias de la computación y del pensamiento crítico.
¿Pero qué beneficios aportan en la educación de nuestros hijos?
Son varios los estudios realizados sobre los beneficios de aprender a programar desde Infantil. Hace unas décadas, varios grupos de científicos recabaron información en el artículo Effects of Logo and CAI Enviroments on Cognition and Creativity, sobre los beneficios que obtenían los alumnos durante el curso escolar, llegando a la conclusión de que los niños que utilizaban un lenguaje de programación mostraban mayor capacidad de atención y autonomía, obteniendo mejores resultados en pruebas matemáticas.
En los estudios se ha demostrado que mediante los lenguajes de programación se desarrollan ciertas habilidades cognitivas como:
- – Desarrollo del pensamiento lógico.
- – Fomento de la creatividad.
- – Mejora en el razonamiento.
- – Resolución de problemas.
¿Cómo se consigue este pensamiento computacional en los más pequeños?
Se inician en el mundo de la programación de forma lúdica, mediante actividades atractivas y divertidas de codificación no digital que proporcionan una introducción muy básica a la programación.
Utilizamos diferentes materiales educativos adaptados a su edad, incluyendo robots educativos a los que aprenden a programar.
Jugando adquieren e interiorizan este tipo de pensamiento, al tiempo que despiertan su interés por las áreas STEAM desde una temprana edad.
Desde Educación 21, llevamos años trabajando en Infantil con este enfoque. Estamos en muchos colegios que han introducido esta actividad extraescolar para sus alumnos, con un alto grado de satisfacción tanto de los alumnos, como de padres y del propio centro escolar.